Al descender a la materia para reclamar la luz de Dios donde estás, naces dentro de un mundo que no es natural para tu espíritu. Porque tu espíritu es eterno; tu espíritu es uno con el Ser Divino Y, sin embargo, dentro de este plano tienes la oportunidad de experimentar a Dios en una realidad que permite la expansión del espíritu en la forma, la expansión de la luz en la materia misma. A menudo, las almas se encogen antes de entrar al canal de parto, ya que conocen los desafíos que les esperan, la oscuridad dentro de este reino que viene como un desafío para el alma. Sin embargo, como héroes y heroínas del cielo, has descendido aquí Por lo tanto, los arcángeles y arcangelinas te apoyan en tu misión para ser árbitros de un destino divino sobre muchas almas en la Tierra, numerosas evoluciones de luz.
            Sí, en cierto modo, es desalentador vivir en un mundo que es fugaz, en el que sabes que el cuerpo de tu templo solo puede tener setenta años, o posiblemente más años en esta esfera para lograr tu  salvación, tu auto-elevación. Sin embargo, si consideras la gran oportunidad de estar físicamente anclando la luz en este plano dimensional de la Tierra, puedes ver el milagro de la vida que se manifiesta a través de ti y de toda la naturaleza. Además, hay tantas posibilidades para el avance de la evolución de tu alma, así como para la evolución Solar de toda la vida en la Tierra mediante tu testimonio, mediante la demostración de tu seidad aquí en el mundo físico.